martes, 19 de septiembre de 2017

Ilustración dedicada a Un aprendizaje o El libro de los placeres


 "Le pareció entonces, meditativa, que no había hombre o mujer que por casualidad no se hubiese mirado al espejo y no se sorprendiese consigo mismo. Por una fracción de segundo la persona se veía como un objeto a ser mirado, lo que se podría llamar narcisismo pero, ya influenciada por Ulises, llamaría: gusto de ser. Encontrar en la figura exterior los ecos de la figura interna: ah, entonces es verdad que no imaginé: existo.
  Y por el hecho mismo de haberse mirado al espejo, sintió lo pequeña que era su condición porque un cuerpo es más pequeño que el pensamiento  -al punto de que sería inútil tener más libertad: su condición pequeña no la dejaría hacer uso de la libertad. Mientras la condición del Universo era tan grande que no se llamaba condición."
                                                                                                                             Clarice Lispector

Traducción: Rosario Hubert. Buenos Aires: Corregidor, 2011